domingo, 2 de octubre de 2011

Ejercicio: Retrato de perfil

Antes de empezar: Consiga un modelo -un amigo, un vecino o alguien de la familia que esté dispuesto a posar para un retrato informal-. El modelo puede estar leyendo, durmiendo, mirando la televisión, o cualquier otra cosa. Se necesitará de media hora a cuarenta minutos, con uno o dos períodos de descanso para el modelo.
Si yo estuviera explicando personalmente el proceso de dibujar un retrato de perfil no nombraría las partes. Señalaría cada zona y me referiría, por ejemplo a “esta forma, este contorno, este ángulo, esta curva”. Tendré que nombrar las formas, en aras de la claridad. Sin embargo, en el dibujo, el proceso que puede parecer pesado y minucioso al leerlo en forma de instrucciones verbales, se convierte en una danza sin palabras, una apasionante investigación en la que cada nueva percepción aparece milagrosamente ligada a la anterior y a la siguiente.
Lea todas las instrucciones y mire dibujos antes de empezar a dibujar.
  1. Sujete el papel a un tablero.
  2. Siéntese de manera que vea al modelo de perfil, aproximadamente a un metro veinte de distancia. La distancia máxima no debe pasar de 1,50 o 1,80. Más lejos, los detalles no se verían con suficiente claridad y podría usted tender a sustituirlos por símbolos.
  3. Para empezar, lo primero es enmarcar la forma, con un visor o con la mano y el lápiz, como se ve más abajo. Dirija primero la mirada al espacio negativo que rodea a la cabeza, y espere hasta que pueda ver ese espacio como una forma. Vea la forma general de la cabeza como un espacio vacío, rodeado por un espacio negativo sólido.


  1. Dirija la mirada al papel de dibujo e imagine la forma de la cabeza del modelo sobre el papel: el contorno general de la cabeza, que es también el contorno interior del espacio negativo. Resulta más fácil encajar la imagen si se hace una especie de “dibujo fantasma”, moviendo el lápiz alrededor de la imagen proyectada, como si se estuviera dibujando, pero sin tocar el papel. Así sabrá lo grande que va a ser la cabeza, y su posición en el papel. Se puede, incluso, imaginar la cabeza completa, con todos sus rasgos, trasladada al papel.
  2. Comience el dibujo por donde quiera. Todas las formas y espacios deben encajar como en un rompecabezas, cada parte relacionada con las demás; por lo tanto, no importa por donde se empiece.
  3. Vuelva a enmarcar la forma, mire el espacio negativo junto a la frente y la nariz, y espere hasta que pueda verlo como una forma (es decir, hasta que el hemisferio izquierdo haya pasado la tarea al derecho). Después, utilizando el método del dibujo de contorno modificado, dibuje el borde del espacio. Calcule los ángulos (de la nariz, por ejemplo), sujetando el lápiz vertical, cerrando un ojo y alineando la vertical con la punta de la nariz (imagen izquierda). Según va descendiendo, fíjese en los puntos y dimensiones: observe donde está un punto en relación con otro, la longitud relativa de los contornos, usando como referencia una parte ya dibujada.

A continuación vienen algunas instrucciones específicas para ver partes de la cabeza. Por supuesto, se pueden percibir todas estas relaciones mirando simplemente, pero algunos detalles concretos pueden servir de ayuda.

OJOS:

Observe que los párpados tienen espesor, y que el globo ocular está detrás de los párpados (imagen izquierda). Para dibujar el iris (la parte coloreada del ojo)... no lo dibuje. Dibuje la forma del blanco del ojo (imagen central), que se puede considerar como un espacio negativo, que comparte sus contornos con el iris. Dibujando la forma (negativa) de la parte blanca, el iris quedará correcto porque habrá usted superado el símbolo memorizado para representarlo. Fíjese en que esta técnica sirve para todo lo que pueda parecerle «difícil» de dibujar. La técnica consiste en pasar a la forma adyacente y dibujar ésta en vez de la otra. Observe que las pestañas superiores crecen primero hacia abajo y luego (algunas veces) se curvan hacia arriba. Observe que la forma del ojo forma un ángulo determinado (imagen derecha). Observe este ángulo en su modelo: es un detalle importante.



NARIZ:

Los orificios nasales, como el iris del ojo, se tienden a dibujar simbólicamente. Utilizando la técnica de descripta anteriormente, fíjese en las zonas adyacentes; en este caso, dirija la mirada al espacio que hay bajo el borde del orificio nasal, y dibuje su forma exacta.


BOCA:

En muchas caras vistas de perfil, el contorno exterior de la punta de la nariz, el labio superior y el inferior, y la barbilla, suelen caer sobre la misma línea inclinada, como se ve en la imagen de la izquierda. Observe cuidadosamente estos puntos en su modelo y fíjese en el ángulo exacto. Vea primero las relaciones generales, luego las relaciones específicas y finalmente las relaciones concretas entre las partes. El espacio negativo es una enorme ayuda, ya que ofrece formas nuevas, no estereotipadas. A continuación, observe que los contornos de los labios no son verdaderos bordes, sino simplemente un cambio de color. Para la mayoría de los modelos, el ligero cambio de color de los labios queda mejor representado por una línea clara, no una línea gruesa y oscura. Sin embargo, la línea central de los labios es un verdadero contorno, y puede comprobarse que es más oscuro que los bordes externos de los labios. La forma del labio superior es importante para la expresión del modelo. Para lograrla con exactitud, no la dibuje: una vez más, pase al espacio adyacente, el espacio entre la boca y la nariz, como en la imagen de la derecha. Compruebe la longitud de la línea central de la boca: ¿dónde está su extremo, en comparación, con, por ejemplo, el límite delantero del ojo? (las posiciones deben siempre cotejarse con alguna parte que ya se haya dibujado).



BARBILLA:

Fíjese en donde cae el contorno delantero de la barbilla en relación con la frente o el labio superior (siempre, algo que haya dibujado ya). Observe la longitud de la barbilla en relación con la de la nariz, por ejemplo.


GAFAS:
Si el modelo lleva gafas, no las dibuje. Tienen un simbolismo muy fuerte (Figura 10-9) particularmente persistente. Dibuje las formas de la cara alrededor de las gafas, usándolas como espacios negativos como en la Figura 10-10. La clave está en no dudar de la percepción del espacio negativo. Dibuje lo que vea.


CUELLO:

Utilice el espacio negativo de delante del cuello para percibir el contorno bajo la barbilla, y el contorno del cuello (imagen inferior). Compruebe el ángulo que forma el cuello con la vertical. Asegúrese de cuál es el punto exacto en que el cuello se une a la nuca. Suele estar aproximadamente al nivel de la nariz o la boca.
Asegúrese de comprobar donde está este punto, en relación con la boca y la nariz. La parte delantera del cuello suele estar inclinada respecto a la vertical.


CUELLOS DE CAMISA, ETC.

No los dibuje. Los cuellos de los vestidos tienen también un simbolismo muy pertinaz (imagen inferior). Utilice el cuello del modelo como espacio negativo, y use los espacios negativos para dibujar cuellos de camisa cerrados o abiertos, y también el contorno de la espalda. Esta técnica da resultado porque las formas de los espacios alrededor del cuello de una camisa no tienen un nombre evidente ni han originado símbolos que distorsionen la percepción.


OREJA:

Al llegar a este punto, con los rasgos faciales más o menos completos, hay que medir sobre el modelo la relación de tamaño entre la mitad inferior de la cabeza (desde el nivel del ojo a la barbilla) y la mitad superior. Hágalo directamente, colocando el lápiz junto a la cabeza del modelo y midiendo (imagen inferior). La distancia desde el nivel del ojo al punto más elevado de la cabeza será por lo menos igual (posiblemente más larga, si el cabello es espeso) que la mitad inferior.

Transfiera estas medidas al dibujo. Coloque el lápiz sobre el mismo y mida la distancia del ojo a la barbilla, marcando dicha distancia con el pulgar y el índice. Marque luego la distancia en la parte superior del dibujo para indicar donde caerá el tope de la cabeza. No deje de realizar esta operación, en la idea de que recordará las dimensiones de la cabeza más adelante. A continuación mida la situación del borde posterior de la oreja. Mida de nuevo la distancia desde el ojo a la barbilla y transfiera esta medida desde la esquina posterior del ojo al borde posterior de la oreja. O trate de visualizar el triángulo rectángulo con los dos catetos iguales. Ver figuras izquierda y derecha. Marque en el dibujo la posición del borde posterior de la oreja (derecha).

Empiece por dibujar la forma del espacio que hay detrás de la oreja. Dibuje luego las formas internas de la oreja, dirigiendo siempre la mirada al espacio contiguo al que se quiera dibujar, utilizándolo como espacio negativo. Verifique la relación de tamaño entre la oreja y los rasgos faciales, la posición del borde superior de la oreja en relación con el ojo y la ceja, y la posición del borde inferior en relación con la boca y la nariz. Recuerde que las orejas son más grandes de lo que parecen.

PELO
¿Cómo «dibujar el pelo»?. En la mayoría de los casos lo que quieren se desea es un método de dibujar pelo que sea rápido, fácil y quede estupendamente. En otras palabras, un símbolo para el pelo, mejor que el que estoy usando. Y, por supuesto, no existe tal cosa. El pelo se dibuja exactamente del mismo modo que todo lo demás. Hay que percibirlo tal como es, en toda su complejidad, y dibujar lo que se ve. Esto no significa que haya que dibujar cada pelo, pero sí que hay que tomarse el tiempo necesario para describir en el dibujo al menos parte del cabello, el movimiento exacto de los mechones, la textura exacta de alguna sección. Busque las zonas oscuras, donde el cabello se separa, y utilícelas como los espacios negativos. Fíjese en los principales movimientos direccionales, en las curvas y en las ondas. El hemisferio derecho, amando como ama la complejidad, puede quedar fascinado por la tarea, y esta parte del retrato puede llegar a tener un gran impacto, como en el caso de la Orgullosa, Maisie (imagen inferior). Hay que evitar a toda costa los trazos finos, fofos y simbólicos que representan el concepto pelo, del mismo modo que si escribiéramos la palabra sobre el cráneo del retrato.

Cuando esté listo para empezar recuerde que necesitará de treinta a cuarenta minutos para dibujar el retrato. Quizás convenga disponer una alarma para darle algún descanso al modelo. No olvide explicarle al modelo que usted no podrá hablar durante la sesión.
Coloque al modelo. Siéntese. Enmarque la forma. Imagine la forma sobre el papel. Dirija la mirada al espacio negativo que rodea a la forma. Sentirá que empieza a pasar al modo-D... alcanzando el estado en el que se ven claramente las cosas.

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