lunes, 6 de junio de 2011

Perspectiva. Ejercicio 2: trabajar en la percepción de los ángulos

Nota: El siguiente ejercicio es dado como ejemplo, y aquí readaptado, en la bibliografía de referencia “Nuevo aprender a dibujar”. Cada alumno lo adaptará a lo que haya seleccionado para dibujar, sea espacio u objeto.

La percepción, como ya se ha dicho, es una habilidad doble.
La ejercitación anterior tenía por objetivo aprender la percepción de la proporción, utilizando el lápiz como instrumento de percepción para determinar “qué tamaño tiene esto en comparación con aquello”, “qué anchura en relación con su unidad básica”, etcétera. Las proporciones se perciben en relación a sí mismas y a la unidad básica.
Ahora bien, la percepción de los ángulos es distinta. Estos se deter­minan en relación con la vertical y la horizontal, mas es importante considerar y recordar que tanto los ángulos como las proporciones deben determinarse en el mismo plano.
En caso de haber fallado en la ejecución del primer ejercicio dado, iniciar esta nueva ejercitación con este paso previo:
  • Tomando nuevamente el marco negro junto con el plano de acrílico y el rotulador, sentarse mirando a un rincón de una habitación.
  • Mirar a través del plano de acrílico el punto en el que convergen el techo, el piso y las dos paredes. Asegurarse de sostener el plano de acrílico en posición perfectamente vertical y a la altu­ra de los ojos. Inclinarlo en alguna dirección cambiará completamente las relaciones entre medidas.
  • Como siempre, buscar una composición que resulte agradable, y con el rotula­dor dibujar la línea vertical de la esquina en el plano de acrílico.
  • Luego dibujar, también en el plano, el ángulo que hace el techo al juntarse con las paredes y, si es posible, también el del suelo.
  • Ahora ubicar el plano de acrílico encima del papel para trasladar a él las líneas que se han dibujado, plasmando así una esquina en perspectiva. El siguiente ángulo hacerlo ya sin la ayuda del plano de acrílico.
Si se ha copiado correctamente deberá quedar un dibujo así:
 
-   Las líneas que representan el techo “bajan”
-   Las líneas que representan el piso “suben”.
-   Si las unimos, el punto resultante estará a la altura de la vista

Cambiar de esquina o simplemente de posición para continuar. Ahora se dibujará directamente sobre la hoja blanca, si es necesario, dibujar la vertical primero en el plano de acrílico y luego trasladarlo a la hoja blanca.
•   Fijarse en la esquina vertical. Cerrar un ojo y mantener el lápiz en posición vertical con respecto a la esquina. Una vez que comprobado, dibujar la línea vertical de la esquina con la medida correspondiente.
•   Colocar el lápiz en posición horizontal, dentro del mis­mo plano, para ver cómo son los ángulos del techo en relación con la horizontal. El ángulo lo formarán el lápiz y la línea del techo.
Fig. 1
Recordar esos ángulos como si fueran formas ayuda a dibujarlos de manera correcta (como se hizo anteriormente en el ejercicio de espacios vacíos). Luego, y de nuevo calcu­lándolo, dibuje los ángulos en el papel. Utilizar el mismo procedimiento para los ángulos del suelo.
Una vez comprendido el objeto, se dominan fácilmente  estos movimientos o gestos fundamentales en la medición:
 Fig. 2
•    Cerrar un ojo: es ver una ima­gen en 2 dimensiones, y no una imagen binocular en 3 dimensio­nes.
•    Mantener el brazo estirado: es garantizar siempre el uso de una misma escala al observar proporciones. La relajación del codo por mínima que sea conlleva errores, ya que hace que varíe la es­cala con la que se observa. Por lo que respecta a los ángulos no es necesario hacerlo a un brazo de distancia, pero sí mantenerse en un mismo plano.
•    Comparar los ángulos a la vertical y a la horizontal: es obvio, los ángulos varían de los O a los 360 grados. Sólo la vertical y la horizontal son siempre constantes y fiables. Además, como los márgenes del papel (así como los del formato que se ha dibuja­do) también representan la vertical y la horizontal, se puede de­terminar cualquier ángulo en el plano de acrílico y trasladarlo al dibujo en relación con estas constantes.

Algunos aspectos importantes acerca de la observación estimativa de ángulos
•    Todos los ángulos se determinan en relación con las dos constan­tes vertical y horizontal.
•    En el dibujo, los límites del formato representan esas constantes vertical y horizontal. Una vez que se haya determinado un ángulo en la realidad, trasladarlo al dibujo en relación con los límites del for­mato.
•    Observar primero los ángulos a través del plano de acrílico, ya que eso proporcionará un plano estable. No pretender alinear el lápiz con un ángulo que está en movimiento. Determinarlo según aparece en la cuadrícula.
•    Para observar los ángulos sostener el lápiz tanto en posición hori­zontal como en posición vertical y comparar el ángulo con el con­torno del lápiz. También se pueden utilizar las coordenadas del plano de acrílico o incluso el contorno de un visor. De hecho, para comparar el ángulo que se pretende dibujar sólo se necesita un contor­no que pueda mantener en horizontal o vertical. En este sentido el lápiz es el método más sencillo y, además, permite no tener que interrumpir el trabajo.
•    La información visual que se percibe en un solo plano es casi siempre distinta a la información que tenemos sobre las cosas. Suponiendo encontrarnos ante una de las esquinas de una habita­ción. Se sabe que el techo es plano, o sea, horizontal, y que se une con las paredes en ángulos rectos. Pero si sostiene el lápiz en posición horizontal, cierra un ojo y, sin cambiar de plano, hace que la esquina en la que se unen las paredes y el techo quede en el centro de su lápiz, se verá que los contornos del techo forman ángu­los extraños, y que probablemente uno resulte más agudo que el otro (Fig. 2)
•    Dibujar los ángulos exactamente como se los ve: sólo así se conseguirá que el techo del dibujo parezca plano y que los ángulos rectos de las paredes se vean bien dibujados. Esta es una de las grandes paradojas del dibujo.
•    Trasladar esos ángulos paradójicos al dibujo exactamente tal y como se los percibe. Para hacerlo, recordar la configuración de uno de los triángulos que se forman con los contornos del techo y del lápiz. A continuación, trazar una línea horizontal imaginaria en el dibujo (paralela al margen superior o inferior), dibujar ese mismo triángulo. Hacer lo mismo para dibujar el ángulo del otro lado del techo (fig.1).
Es recomendable no tratar de calcular los gra­dos de cada uno de estos ángulos: “un ángulo de 45 grados; uno de 30 grados; etcétera”, resulta mucho más fácil recordar la forma que tiene en comparación con la vertical o la horizontal, y trasladar esa ima­gen visual de la mente al dibujo. Al principio, quizá, se tendrán que compro­bar los ángulos un par de veces, pero generalmente, esta habilidad se aprende a dominar con mucha rapidez.
Aun así, lo que más cuesta es decidir si van a utilizar la vertical o la horizontal como constante para determinar un ángulo concreto. Consejo: decidirse por la que produzca el ángulo más pequeño.

miércoles, 1 de junio de 2011

Perspectiva. Ejercicio 1 de observación estimativa.

Nota: El siguiente ejercicio es dado como ejemplo, y aquí readaptado, en la bibliografía de referencia “Nuevo aprender a dibujar”. Cada alumno lo adaptará a lo que haya seleccionado para dibujar, sea espacio u objeto.

  • Preparar en plano de acrílico, como es habitual, con el marco negro (visor) más conveniente y trazando tanto marco como subdivisiones interiores verticales y horizontales.

  • Observar a través del visor y del plano de plástico  y encuadrar el dibujo de manera de ver el objeto o espacio a dibujar en su totalidad.
  • Con el brazo completamente extendido y un ojo cerrado comenzar a tomar medidas con el lápiz tanto vertical como horizontal. Decidir cuál será la unidad básica de medida.

  • Mantener el plano transparente muy quieto y, con el rotulador, dibujar en él la unidad básica (su tamaño y su ubicación dentro de la composición). Esta unidad básica junto con las líneas trazadas dentro del marco serán trasladadas a la hoja del dibujo.



De acuerdo a las ilustraciones presentadas como ejemplo, el enunciado corresponde a lo representado en las mismas.

  • Una vez determinada la unidad básica, la anchura de la puerta, determinar la altura, colocando el extremo romo del lápiz sobre el vértice superior y hacia abajo hasta el piso, estableciendo así la correspondencia existente entre las medidas. (1:2 2/3)
Uno...
...dos...
...y dos tercios".
  • Trasladar las medidas a la hoja:

  • Mantener el brazo completamente extendido y siempre, desde la misma posición, determinar el resto de las relaciones entre medidas. ¡No moverse de la posición original, hacerlo cambiará todas las medidas!
En resumen: Al determinar las proporciones, se van descubriendo las del mundo real, que convertidas en un quebrado (la unidad básica o"uno" en relación con otro elemento), se trasladan al didujo. Obviamente, al dibujar las medidas casi siempre serán de una escala distinta (mayo o menor) de lo que visto en el mundo real, pero las proporciones se conservan.
Lograrlo será determinante para que el dibujo sea realista.